Las aves introducidas "Una amenaza silenciosa"

En la actualidad, uno de los mayores problemas que enfrentan los ecosistemas y que cada vez adquiere dimensiones imposibles de medir, es el generado por la introducción de especies foráneas o exóticas de flora y fauna en ambientes diferentes a los de su lugar de origen. Estas especies introducidas generan desequilibrios en la estructura trófica del ecosistema y amenazan a otras especies que no pueden adaptarse a esta invasión biológica.

¿Qué son las especies introducidas?

La especies introducidas son todos los animales y plantas transportados accidental o deliberadamente por las actividades humanas desde su lugar de origen a un nuevo hábitat, estas especies cuando se adaptan fácilmente y se dispersan, pueden poner en peligro a las que si son originales del ecosistema en el que se desarrollan.

¿Cuáles son las principales especies de aves introducidas en el Ecuador?

De acuerdo a la Classification of the Bird Species of South America, en Ecuador existen cuatro especies de aves reconocidas como introducidas: la paloma común (Columba livia), el capuchino tricolor (Lonchura malacca), el Gorrión europeo (Passer domesticus) y el periquito de alas canarias (Brotogeris versicolurus) (SACC LIST, 2016).

Estas especies que probablemente llegaron como mascotas a nuestro país hoy comparten el hábitat con especies nativas en algunos casos desplazándolas y en otros adaptándose y compartiendo el hábitat con mínima afectación.

¿Cuáles son los efectos de la introducción de aves foráneas?

La fuga o liberación intencional de especies no nativas pueden causar graves problemas en los ecosistemas, por esta razón los seres humanos deben ser muy responsables con la tenencia de fauna exótica, sobre todo la manejada con fines ornamentales.

Las especies de aves invasoras generan un gran impacto sobre las poblaciones autóctonas. Entre las más evidenciables encontramos a: depredación, competencia por el espacio vital o por el alimento, alteración drástica del entorno o hábitat, hibridación y transmisión de enfermedades. Además, las especies exóticas suelen carecer de depredadores naturales que generan un aumento sin control de sus poblaciones.

Las instituciones de investigación como también las del estado relacionadas con el ambiente deben desarrollar actividades de monitorización para detectar estas intromisiones, evaluar el avance de una especie ya introducida, medir su impacto en el ecosistema y desarrollar planes de control o erradicación.